¿Qué tipo de comunicación utilizas?

Sabemos que la comunicación es la base de todo, de una pareja, de una familia, de una relación laboral, etc. Sin embargo, no nos paramos a pensar qué tipo de comunicación es la deseada para tener una BUENA relación de pareja, una BUENA relación familiar, una BUENA relación laboral, etc. ¿Qué tipo de comunicación utilizas ante un conflicto? ¿Y ante una proposión? ¿Y ante una sugerencia?

Pues bien, en este post, ¡os vamos a resumir los tres tipos de comunicación!

COMUNICACIÓN PASIVA: La comunicación pasiva se podría definir como aquella comunicación en donde la persona es incapaz de expresar sus propios intereses, deseos, miedos, etc.; es entonces, aquella comunicación donde la persona asume lo que se le dice, le guste o no. ¿Os acordáis de los niños ratones de hace unas semanas? ¿Veis algún tipo de relación? Pues efectivamente, la comunicación pasiva la utilizan los niños o personas ratones. ¿Qué consecuencias puede tener? Niveles de ansiedad elevados ante la incapacidad de expresar el malestar, estrés, distanciamiento, malestar, rechazo y…llega un día, donde la persona ¡¡¡“explota”!!! Aparece entonces el siguiente tipo de comunicación.

COMUNICACIÓN AGRESIVA: La comunicación agresiva es aquella que dice las cosas de forma muy directa, sin pensar en los intereses del otro, se ven como órdenes, sin opción a contradecir. A veces, se utilizan los gritos pero en otras ocasiones no. ¿Qué consigue la persona con una comunicación agresiva? Que el receptor responda de la misma forma llegando así a una mala relación, que le tengan miedo y no admiración. ¿Os acordáis de los niños dragones? Los niños o personas dragones utilizan esta comunicación.

Entonces, si decir las cosas de forma muy directa, diciendo lo que queremos continuamente y callarse no es una comunicación adecuada, ¿qué comunicación es la deseada?

COMUNICACIÓN ASERTIVA: La comunicación asertiva se define como aquella comunicación donde la persona es capaz de definir el problema o situación, de decir cómo le hace sentir y de proponer una solución. Parece sencilla, sin embargo, a la hora de ponerla en práctica, puede resultar complicada. ¿Te animas a ponerla en práctica? ¿Te animas a ser un niño o persona auténtica? Podrás comprobar que los beneficios son muchos.

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A continuación, exponemos un ejemplo para que veáis las diferencias entre los tres tipos de comunicación:

Situación 1: Laura tiene un amigo, Pedro, que siempre llega tarde cuando queda con ella.

Comunicación Pasiva: Laura no le dice nada, al principio está con mala cara pero se le pasa. Sigue quedando con él y la situación se repite una y otra vez.

Comunicación Agresiva: Cuando llega Pedro, Laura le dice: ¡Estoy harta de que llegues tarde! ¿Acaso no eres capaz de llegar a la hora que quedamos? Me haces perder el tiempo!

 Comunicación Asertiva: Cuando llega Pedro, Laura le dice: Pedro, veo que cada vez que quedas conmigo, llegas una media hora tarde. Esto me hace sentir mal, nerviosa, siento que pierdo el tiempo, paso frío. ¿Qué te parece si a partir de ahora quedamos más tarde o me vienes a buscar a casa cuando estés preparado?

 

Situación2: Antonio está cansado que su mujer Ana nunca cambie el rollo de papel higiénico.

Comunicación Pasiva: Antonio no dice nada y sigue cambiando una y otra vez el rollo de papel higiénico.

Comunicación Agresiva: Cuando Antonio se da cuenta que el rollo está acabado, dice: ¡Ana, de nuevo no has cambiado el rollo de papel higiénico! ¡ Estoy harto de tener que hacerlo yo! ¿Tan difícil es cambiar el rollo cuando lo acabes?

Comunicación Asertiva: Cuando Antonio ve que el rollo se ha agotado y Ana no lo ha cambiado, dice: Ana, estoy viendo que últimamente dejas el rollo de papel higiénico acabado y no pones uno nuevo, esto me hace sentir mal, me hace sentir que no me tienes en cuenta, me pone muy nervioso. ¿Qué te parece si cada vez que gastas el rollo, pones uno nuevo?

 

No siempre funciona a la primera, pero si lo repetimos muchas veces, se suelen conseguir muchos cambios. ¿Os animáis a probarlo?